Historia de Deere & Company

Fernando González Herrero
Ingeniero Agrónomo

Historia de marcas de tractores

Con este artículo pretendo iniciar una serie de ellos, en cada uno de los cuales intentaré hacer un relato sencillo de la historia de cada uno de los fabricantes de tractores presentes en el mercado actual español, partiendo de las marcas y grupos actuales que distribuyen sus tractores en España, con lo que se podrá a la vez ir conociendo cómo y cuándo se produjeron las sucesivas fusiones, agrupaciones, etc. de marcas tradicionales hasta llegar a la situación actual.
No ha sido este un trabajo difícil, pues cada uno de estos grupos o marcas, en sus páginas webs, y algunos de ellos en publicaciones impresas, presentan o un resumen de los hitos históricos que han definido el devenir de su evolución desde su creación, o bien su historia completa. A este devenir de las marcas se han añadido algunos datos y hechos más relacionadas con el paso de las mismas por nuestro país.
He decidido que el primer fabricante sea John Deere, una marca permanente y constante a lo largo de la historia de la mecanización agrícola mundial, y que siempre se ha mantenido como matriz de todas las absorciones o fusiones que se produjeron en su historia y que tuvieron siempre el fin de aumentar su capacidad y ofrecer a los usuarios un abanico cada vez más amplio de equipos disponibles con la marca verde. Es una marca de siempre que, desde su nacimiento, ha mantenido su nombre, sin pasar a formar parte de un nuevo gran grupo.

Los orígenes de esta firma hay que situarlos en un hombre llamado John Deere, nacido en Rutland (1804), estado de Vermont, USA, donde empezó a trabajar como aprendiz de herrero a sus 17 años, para ayudar a sacar adelante a su familia, después de que su padre despareciera tras su embarque camino de Inglaterra (posiblemente en el mar). La crisis económica de Vermont le hizo desplazarse en 1836 hacia el Oeste, a Gran Detour, estado de Illinois, donde enseguida fue bien recibido como empleado en las herrerías de la zona, hasta que se independizó ya en 1837 convirtiéndose en célebre herrero con ingenio, fabricando herramientas agrícolas diversas, realizando reparaciones en las explotaciones agrícolas, y después fabricando arados de mancera para satisfacer las peticiones de sus clientes, diseñándolos en atención a las características de los suelos de esta nueva región, en la que solo se usaban arados cuyo diseño era originario de más al este de Estados Unidos (suelos arenosos), y que funcionaban mal en los suelos de esta región, pues al ser más fuertes los arados se atascaban con facilidad. John Deere diseñó una reja autolimpiable, empleando en el primer arado una vieja hoja de sierra. Asociado con Leonard Andrus empezó a fabricar arados, multiplicando rápidamente el número de los construidos (100 en 1841), y construyéndolos incluso antes de que se los pidieran sus clientes.

Réplica del primer arado construido por John Deere.

En 1947 creó una compañía con su nombre y trasladó su actividad a Moline, municipio más al oeste, cerca del río Mississippi, mejor comunicada, especialmente pensando en el transporte, para poder seguir atendiendo la gran demanda de arados.

Cuatro años después compró a sus socios todas las acciones de la compañía, convirtiéndose en presidente de la misma, hasta que una crisis financiera generalizada en el país (y que hizo tambalear el negocio), terminó en 1858 con el traspaso del poder ejecutivo a Charles Deere, hijo de John Deere, de tan solo 21 años, y que gestionaría la empresa hasta 1907.

En 1863 la compañía amplió el negocio de los arados con un cultivador para tracción animal en el que el operario iba sentado y que incorporaba una clavija de madera que rompía al chocar la reja, evitando que esta se rompiera, una especie de “embrague” de seguridad, por tanto.

John Deere logotipos original y actual
Logotipos original y actual.

 

En 1868 la compañía pasa a denominarse Deere & Company y el 65% de las acciones es de los Deere (John y Charles), comenzándose en este período a crear la red comercial de distribuidores y patentándose el ciervo como imagen de la marca.

En 1875 se constituye una empresa nueva para fabricar una sembradora de maíz que, posteriormente (1910,) se integra en la propia Deere & Company. Ese mismo año de 1875 se presenta un nuevo arado con asiento (el Gilpin), que recibe premios nacionales y en Europa, llegando a producir hasta 7.824 unidades en 1883. Además de este arado ya vendía los citados arados de mancera, más cultivadores, arados de pala y gradas, siendo los más vendidos los primeros, con 224.000 unidades en 1883.

Es curioso este hito de 1881, que copio literalmente de su web: “Deere & Company puso en funcionamiento la primera planta con alimentación eléctrica en el condado de Rock Island (muy próximo a Moline, Illinois). El equipo se compró a Brush Electric Company de Chicago. Se instalaron 1 dinamo, 16 bombillas sencillas, 1 interruptor y 400 carbonos con un coste total de más de 3.000 dólares americanos. Fue el primer sistema eléctrico en la zona”.

En 1886 muere John Deere, siendo sustituido en la presidencia por Charles Deere a quien en 1907 lo sustituye su yerno William Butterworth, durante cuyo mandato Deere evolucionó de forma rápida extendiéndose su negocio a todo el mundo y ampliando su gama de máquinas y aperos, y entrando incluso, como se verá enseguida, en el sector de los tractores.

En 1893 sale a la luz el primer número de la revista Furrows (surcos, en español y que sería de alguna forma la precursora de la denominada Campo y Mecánica, distribuida en España por la firma).

Anuncios tractor Waterloo Boy
Anuncio del tractor Waterloo Boy original y tractor Waterloo Boy fabricado ya por Deere.

 

En 1911, Deere&Company adquirió una empresa canadiense, la Dain Manufacturing Company, dedicada a la fabricación de agavilladoras y otros aperos agrícolas y al año siguiente comenzó a pensar en fabricar tractores, diseñando el AWD (All-Wheel Drive, “tracción total”, era tipo triciclo), primer tractor que llevó el nombre de Deere, y del que se produjeron 100 unidades, terminando su producción en 1919.

En 1918, Deere & Company compra la Waterloo Gasoline Engine Company. Esta empresa, también norteamericana, había sido fundada por John Froehlich, después de diseñar en 1892 el primer tractor con motor de gasolina, el Waterloo Boy, de ruedas metálicas, tractor que sustituyó a los primeros tractores o tracto-máquinas de vapor, existentes hasta entonces. Deere entró así en una nueva dimensión de la empresa, vendiendo ya ese año más de 5.600 tractores Waterloo Boy, siendo uno de estos tractores sobre el que se realizó la primera prueba estándar de rendimiento establecida en USA para regular la calidad tecnológica de estas máquinas.

A partir de esta actuación, coincidiendo con otros fabricantes mundiales, empezó Deere a desarrollar progresivamente la tecnología de fabricación de tractores, presentando en el mercado en 1923 el John Deere modelo D, sencillo y de bajo coste de operación, con motor de dos cilindros horizontales, con una estructura que le proporcionaba gran estabilidad longitudinal, con soporte financiero y servicio postventa.

John Deere versiones modelo D y H
Versiones del modelo D (con ruedas metálicas aún) y del modelo H.

 

La famosa depresión norteamericana también afectó a la compañía que ayudó económicamente a los agricultores que disponían de máquinas de la firma, lo que pudo dar al traste con la propia compañía. Pero a pesar de la depresión no dejó de fabricar y de sacar al mercado nuevos modelos de tractores, los llamados modelo A (con un ancho de vía variable y una caja de cambios formando parte del bloque del motor) y modelo B, más potente, ambos zancudos (“triciclos”) que salieron en la década de los años 30 y continuaron comercializándose hasta 1952, como el modelo D antes citado y los tres modelos ya con neumáticos. También de esos años es el modelo H.

Acabada la depresión la compañía extendió su campo hacia los tractores industriales y una vez decidida la entrada de Estados Unidos en la segunda Guerra Mundial fabricó tractores militares, recambios para aviones y maquinaria bélica.

En 1938 presentó un tractor tipo triciclo, el modelo AO, pensado especialmente para plantaciones de frutales, con un motor también de gasolina de dos cilindros.

 

John Deere LA 1945
John Deere modelo LA 1945, propiedad del concesionario JD en Palencia.

 

Acabada la guerra, en 1947 salió al mercado el tractor modelo M, al que se le podían colocar orugas (MC), y después el MI (industrial), que podía convertirse en bulldozer, comenzándose así la entrada en los sectores de la construcción y forestal. Tres años después puso en marcha la primera cosechadora autopropulsada de algodón y en 1954 incorporó a una cosechadora cabezales de maíz. En esta década de los 50 salió al mercado la serie 30, con asientos mejorados con suspensión, toma de fuerza independiente (las tomas de fuerza empezaron a sustituir a las poleas exteriores ya a finales de los años 40), dirección hidráulica y gran habitáculo para la conducción, todo lo cual mejoraba la ergonomía del tractorista.

En los años 50 se van abandonando las series con letras y se fabrican las que llevan números: se trata de las series 40, 50, 60 y 70, más evolucionadas, con servodirección, sistemas hidráulicos más eficientes, motores diesel, capaces de funcionar con otros combustibles además de con gasoil.

En 1952, en España, tres empresas, Ricardo Medem y Cía, Nueva Montaña Quijano, SA y los Bancos de Santander y Central solicitan y obtienen del Gobierno Español una autorización para poder fabricar tractores. Estas tres compañías tienen un preacuerdo con la compañía Heinrich Lanz, AG, de Mannheim, Alemania, que fabrica tractores y cosechadoras. Concedido el permiso, constituyen la empresa Lanz Ibérica, SA que va a fabricar tractores con licencia de la empresa alemana, que actúa como socio tecnológico, sacándose al mercado el primer tractor Lanz en 1956, el famoso Bulldog.

En el año 1956, Deere & Company adquiere la mayoría de las participaciones de la empresa alemana Heinrich Lanz, AG, lo que facilitaría su entrada en Europa y, consecuentemente, en nuestro país, en el que Lanz ya desde 1930 vendía tractores con motor semi-diesel, importados de Alemania a través del industrial Ricardo Medem Gonzálvez, principal promotor de Lanz Ibérica, SA. Al entrar en la empresa alemana, J&D también adquirió derechos de participación accionarial en Lanz Ibérica, SA.

Con el planteamiento de fusiones y relaciones comerciales y tecnológicas antes citados, Deere & Company, en 1961, adquiere la mayoría de las participaciones de Lanz Ibérica, S.A., con lo que se consolidaba la presencia americana en España. Se siguen fabricando tractores Lanz en Getafe, incluso hasta unos años después de que en 1963 salga de esta factoría el primer John Deere, el 505, manteniéndose la fabricación simultánea de ambas marcas hasta 1965.

Construcción histórica de la marca

Construcción histórica de la marca John Deere

Mientras tanto, la compañía sigue evolucionando en Estados Unidos, con nuevas plantas, con nuevas máquinas (empacadora, cargadora de pacas a remolques, etc.), nuevos equipos industriales, con la creación de una compañía financiera, etc. En 1963 entra en el sector de la jardinería y los espacios verdes, limpieza de nieve, etc. Así mismo aumenta su influencia en el sector forestal y de la construcción de obras públicas con máquinas más ergonómicas y coloca las primeras estructuras de protección en tractores. En 1967 comienza la fabricación de tractores de la serie 20, con motores diesel tricilíndricos, de inyección directa, siguiéndoles las nuevas series, 30, 40 y 50.

En los siguientes años van surgiendo novedades y empiezan a aparecer las nuevas tecnologías, destacándose en la historia oficial de la marca algunos hitos tales como los siguientes:

  • Primera cosechadora de algodón de 4 hileras (1979).
  • Creación de una empresa conjunta con la japonesa Hitachi Construction Machinery Co. Ltd., para montar retroexcavadoras en USA (1988). En 1998 se asocia a esta firma para construir máquinas forestales.
  • Lanzamiento de los vehículos multiusos Gator (1992).
  • Aparecen los tractores de la serie 6000, sustituta de la serie 50 (1992). Le seguirá la serie 7000, y con ambas van aumentando sucesivamente las potencias de sus motores.
  • Aparecen los tractores de la serie 8000 con un chasis patentado que reduce el radio de giro (1994).
  • Primeros pasos en la agricultura de precisión que para Deere se denomina GreenStar y que permite el mapeado de la producción en las cosechadoras de la serie 9000.
  • Adquisición de la compañía Cameco Industries, fabricante de cosechadoras de caña de azúcar (1998).

 

John Deere serie 8000
Tractor de la serie 8000.

 

En el año 2000, Deere & Company compra la canadiense Timberjack, un productor de equipos forestales número uno en el mundo, y Waratah, un fabricante de cosechadoras forestales, ambas pertenecientes a un mismo grupo (Metso Corp.), convirtiéndose así en líder indiscutible en maquinaria del sector forestal.

De esta forma Deere & Company está presente con fuerza en todo el mundo, con cuatro divisiones principales: equipos agrícolas, equipos de construcción, equipos forestales y equipos de jardinería, complementadas por divisiones de apoyo tales como la de servicios financieros, sistemas energéticos y piezas de recambio, y la más moderna constituida por el grupo de soluciones inteligentes.

En los últimos años, numerosas mejoras tecnológicas se han ido introduciendo en todas las máquinas y equipos fabricados por la compañía, y ello incluye dispositivos y sistemas de agricultura inteligente, habiendo recibido por muchos de ellos premios a la innovación tecnológica en las más importantes ferias europeas de maquinaria agrícola. Este espíritu innovador es parte de los valores fundamentales que inspiraron al creador de la compañía que hoy los sigue manteniendo como inspiradores de su actividad: la integridad, la calidad, el compromiso y la innovación.

En la división agrícola el abanico de posibilidades que ofrece la marca, siempre con su denominación de origen, incluso para los equipos que fueron de empresas adquiridas, es de los más amplios del mercado. En el caso de los tractores ofrece todas las posibilidades para atender las necesidades de cualquier explotación, con tractores pequeños, medianos y de gran potencia, dotados de los más avanzados sistemas hidráulicos, electrónicos y sistemas de agricultura de precisión.

John Deere en España

Ya se ha indicado que Deere & Company entró en España apoyándose en la empresa Lanz Ibérica, SA, que comenzó a fabricar tractores bajo la dirección técnica de JD, siendo el 505 el primer tractor que salió de la factoría de Getafe con el nombre de John Deere en 1963. Lanz Ibérica SA fue adquirida, junto con H. Lanz AG, por John Deere en el año 1956. Y en 1965 el nombre de la empresa española pasó a ser el de Jonh Deere Ibérica, SA.

 

John Deere 505 y 717 fabricados en Getafe
Algunos de los primeros tractores John Deere fabricados en Getafe: 505 (izquierda) y 717 (derecha).

 

El 505 disponía de un motor Standard Triumph de 44 CV, cuatro cilindros y 2261 cm3 de cilindrada. A este le siguió el 515 que sustituyó al anterior, con la misma potencia, con un motor Perkins, de 3 cilindros y 2500 cm3 de cilindrada. Le siguió el 717, más potente, dando paso a un 818, de 60 CV, todos con motor Perkins.

Antes habían sido vendidos, para sustituir a los Bulldog, los tractores fabricados en Alemania, el modelo 100 (1962), y después el modelo 200, con la denominación John Deere – Lanz, denominación que siguió apareciendo hasta las series 500 y 700, desapareciendo ya el nombre de Lanz en la serie 20 en 1967.

Es justo destacar aquí el nombre de Ricardo Medem Gonzálvez, que en los principios de los años 50 constituyó su empresa Ricardo Medem y Cia., siendo ambos los artífices de la llegada a España primero de Lanz y después, en consecuencia, de John Deere, venciendo todos los obstáculos que la política española ponía a todo lo que venía de fuera del país. Por ejemplo, los primeros tractores tenían motores fabricados en España, pues ni siquiera era posible importar los fabricados bien cerca, en Orleans, Francia. No fue posible montar un motor John Deere hasta 1969 en un tractor de la serie 20 (el 1020), ya totalmente “verde”, y que se presentó en eventos de importante repercusión.

En 1964, siguiendo la experiencia americana, se inicia el nombramiento de concesionarios independientes por toda España, potenciándose así el concepto de atención posventa a todos sus usuarios. Los dos primeros se establecieron en Aranjuez y en Badajoz. Se había creado ya desde mucho antes una red de mecánicos que atendía a los propietarios de Lanz, primero, y de John Deere después.

Los años finales de la dictadura y principios de la democracia en España fueron importantes en el devenir histórico de la marca en nuestro país, aderezados por la crisis del petróleo de 1973, el movimiento sindical, la llegada de mucha gente a las ciudades, etc. Todo ello no fue, sin embargo, obstáculo para que JD presentase en esa década hasta 16 versiones de tractores, la serie 30, la serie 35, convirtiéndose en líder de ventas, liderazgo que ha mantenido hasta la fecha. La década terminó con una liberalización de importaciones, acuerdos internacionales políticos y sociales, llegaron los expedientes de regulación de empleo, las huelgas, los cierres patronales y todo ello provocó una reconsideración de los planes productivos empresariales, decidiéndose la formación de centros de producción especializados en distintos componentes, de tal forma que a finales de los 80, después de haberse fabricado las series 40 y 50, y como consecuencia de la reestructuración de la Compañía en Europa, la fábrica de Getafe se convirtió igualmente en fabricante de componentes, saliendo de ella el último tractor, un 2650M, en diciembre de 1994. Esta unidad hace el número 181.558 de tractores fabricados en Getafe.

Siguen a este final de la planta de Getafe, como montadora de tractores, su nueva actividad como fabricante de componentes para otras factorías de la marca y sigue en España la presentación de otras series fabricadas ya fuera de ella, las 6000, 7000, 8000 y otras, atendiendo a una evolución internacional de la marca y especialmente de carácter europeo, desde sus factorías en este continente.

 

Bibliografía

100 años del tractor en España. Márquez, L. Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medioambiente. 2015.
Tractores Agrícolas: Tecnología y utilización. Márquez, L. B&H Editores. 2011.
1000 tractores. Historia. Clásicos. Técnica. Paulitz, U. Ed. N.G.V.
John Deere Ibérica. 50 años juntos. Historia de un líder. Nieto, S. 2004.
Tractores agrícolas. Tecnología y utilización. Márquez, L. B&H Grupo editorial. 2012.
www.deere.com

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5 Comentarios

  1. José Manuel Caminero Casas

    Me alegro de que fuese asi la historia

  2. La serie 35 y40 consumían mucho combustible.

  3. José Sánchez González

    Hola, una historia de una marca que desde su fundador hasta hoy no ha dejado de innovar y de hacer el trabajo agroganadero más rentable y cómodo para las personas, gracias.

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