Franz Grimme celebra sus 75 años

Franz Grimme, propietario del grupo empresarial que lleva su apellido, cumple 75 años este 3 de marzo. En 1970, con 24 años, entró en la empresa Grimme, tras concluir con éxito su estudios de Ingeniería Industrial y Administración de Empresas en Colonia y Pforzheim, ambas en Alemania, para dirigir junto a su padre la historia de la empresa.

La fábrica de maquinaria agrícola llevaba 4 años siendo líder del mercado en Alemania, y con más de 300 empleados era uno de los fabricantes más importantes de tecnología agrícola. En 1980, Franz Grimme pasó a ocupar el puesto de director de la fábrica de maquinaria agrícola. En 1987, fundó la especialista en tecnología plástica Internorm; en 1995, Ricon, técnica de criba y de transporte; en 2003, adquirió la fabricante de técnica de patatas Spudnik; y, en 2013, el fabricante de técnica de hortalizas Asa-Lift. Además se fundaron sociedades de distribución y servicio en Gran Bretaña, Irlanda, Francia, Bélgica, Holanda, Rusia, Dinamarca, Turquía, Polonia y Uelzen (Alemania).

Siete centros de producción y 19 filiales a nivel mundial forman parte desde entonces del grupo empresarial. Durante este tiempo, la plantilla paso de 300 a más de 2700 empleados, y se amplió enormemente la gama de productos. Hoy, Grimme es el único fabricante a nivel mundial con un programa completo en la técnica en patatas, remolachas y hortalizas.

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Diálogo y trato personal, pese a la digitalización

Fuera de la empresa, Franz Grimme fue durante muchos años miembro de la junta directiva de VDMA, la asociación de fabricantes de maquinaria agrícola. En 2005, fue galardonado por la asociación de Oldenburger Münsterland como ‘Empresario del año’, y, en 2011, le fue otorgado, junto a su esposa, la Orden del Mérito de Baja Sajonia en su versión de Cruz al Mérito con Cinta. En 2016 Franz Grimme recibió el título de hijo honorífico de la ciudad Damme (Alemania), donde sitia la sede de la empresa, al igual que su padre 30 años antes.

A sus 75 años, Franz Grimme es parte activa de la empresa en su toma de decisiones, haciendo hincapié en el diálogo personal con la plantilla y los clientes, pese a la digitalización y a las nuevas técnicas de comunicación.

“No quiero ni siquiera imaginar como sería la vida sin la técnica agrícola. Fomentar el desarrollo de máquinas comerciables e incluir a nuestros clientes en el diálogo es mi pasión. Estoy orgulloso de que nuestros hijos Christoph y Philipp hayan asumido su responsabilidad en la empresa y estoy encantado de poder asesorarles de palabra y obra. Mi mujer y yo estamos encantados. Es una sensación placentera saber que todo está en buenas manos”, dice Franz Grimme.