Matriculaciones del 2022 según el registro de la DGT

Ignacio RuÍz
Secretario General de ANSEMAT

Desde la publicación del Real Decreto 448/2020, relativo a la caracterización del registro de maquinaria agrícola, el análisis del mercado de tractores es necesario realizarlo con los datos públicos que publican tanto el Ministerio de Agricultura como la Dirección General de Tráfico (DGT). El porqué de esta situación se encuentra en el artículo 17 del citado decreto, que establece que las personas físicas y jurídicas que quieran registrar las máquinas agrícolas en el Registro Oficial de Maquinaria Agrícola (ROMA) deben estar inscritas en el registro general de la producción agrícola (REGEPA), en el registro general de explotaciones ganaderas (REGA) o en registros autonómicos. Por lo tanto, aquellos agricultores o ganaderos que no estén inscritos en dichos registros sólo podrán matricular en la DGT si proceden a su registro como vehículos de obras y/o servicios.

Aunque en el caso de los tractores de ruedas, el número de unidades que se matriculan sin pasar primero por el ROMA representa un porcentaje pequeño del total del mercado, desde 2020 ha ido creciendo y en 2022 ha supuesto ya un 3,2% del total de unidades matriculadas. Los 155 tractores de obras y los 140 tractores de servicios duplican a las unidades matriculadas en 2019, y tratándose de vehículos comercializados por las mismas empresas, al menos se deberían considerar cuando se analicen las cifras de mercado. Es obvio que con los datos disponibles no es posible identificar si realmente estos tractores se utilizan posteriormente en labores agrícolas, pero tampoco se puede descartar.

Si sólo utilizáramos los datos de la DGT también cometeríamos el error de olvidar los tractores de cadenas, que no se matriculan, pero sí que se registran en el ROMA, así que, de momento, como el Ministerio de Agricultura no ha publicado aún los datos del registro de maquinaria en 2022, los análisis de mercado que se realicen serán aproximados, aunque los porcentajes de variación interanual serán parecidos.

Los datos de matriculaciones muestran una caída del 16,6% respecto a 2021, pero no se incluyen los datos de las matriculaciones de tractores inscritos en el ROMA los últimos días del año y que no se habían matriculado hasta el 31 de diciembre. Los 9318 tractores matriculados incluyen ese 3,2% de unidades destinadas a obras y servicios mencionado anteriormente.

Esta caída de mercado está provocada por diversas variables que han afectado tanto a la oferta como a la demanda:

• La crisis que afecta a la oferta, por aumentos de costes de materias primas, falta de componentes que retrasan la fabricación y entrega de equipos, han provocado el incremento de precios (los datos de octubre de 2022 del índice de precios publicado por el Ministerio de Agricultura ya muestra un aumento de 8 puntos respecto a octubre de 2021), que puede ser la causa del desvío de la demanda hacia mercados sustitutivos, como el de tractores usados u otros equipos autopropulsados –como veremos a continuación;
• La sequía ha afectado a las producciones agrícolas, sin embargo, los elevados precios de estos productos han mantenido el valor a pesar de la caída de producción; pero por otro lado la subida histórica de los precios de energía y fertilizantes han lastrado la renta agraria y, obviamente, reducido la capacidad de inversión de agricultores y ganaderos;

Sin embargo, ambas variables han sido suavizadas por la implementación del plan de ayudas a la agricultura de precisión, desplazando la demanda en 2022 hasta 2023. Las ayudas directas a la compra de maquinaria agrícola, con un 40% de la inversión, sin duda han provocado que el mercado no se derrumbe en 2022 a pesar de las variables adversas, sino que se retrase hasta el momento de aprobarse las solicitudes. Si tenemos en cuenta que se han superado los 120 millones de euros en solicitudes de ayudas para maquinaria agrícola, el plan ha sido un buen incentivo para la inversión en un año complicado, pero como no se aprobarán las solicitudes hasta 2023, el mercado se ha desplomado hasta entonces. Si ya existían retrasos en la entrega de máquinas, es más fácil tomar la decisión de no comprar y solicitar una ayuda cuantiosa y esperar unos meses.

Por otro lado, tenemos los mercados de vehículos que pueden considerarse sustitutos de los tractores actualmente, ya que hace unos años no existían o tenían una presencia menor en el mercado. Es el caso de los quads y vehículos utility (similares a los antiguos tractocarros), cuya presencia en el sector agrícola es cada vez mayor, y en 2022 ha crecido un 27,8% hasta llegar a las 1094 unidades; y las manipuladoras telescópicas, que, aunque su mercado agrícola ha caído un 4,2% en 2022, en volumen ha llegado casi a las 500 unidades. En este caso, la crisis del sector lácteo que ha provocado en cierre de más de 600 explotaciones de ganado de leche hasta 2022, explica en parte la caída del mercado, a pesar de que las cifras totales del valor de la producción de leche en 2022 no hayan sido negativas. El problema venía ya de años anteriores.

En resumen, 2022 ha sido un año muy complicado para las empresas que fabrican y comercializan tractores agrícolas, luchando para frenar la subida de precios y promocionando las tecnologías digitales que está comprobado que ayudan a la rentabilidad de las explotaciones, pero que es difícil de implementar cuando la renta disponible para invertir no crece como debería. Las ayudas del plan de recuperación (PRTR), mostrarán su efecto positivo en 2023 –y en las convocatorias siguientes­–, y esperamos que mientras tanto la crisis que afecta a la oferta se vaya disipando y se reduzca la presión financiera que sufre el sector actualmente.